Hemos perdido 6 de 7

Seis de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, que son los Jardines Colgantes de Babilonia (Irak), el Templo de Artemisa en Efeso (Turquía), la estatua de Zeus en Olimpia (Grecia), el Museo de Halicarnaso (Turquía), el Coloso de Rodas (Grecia) y el Faro de Alejandría (Egipto), se perdieron para siempre.

 
Desaparecieron.
 
Tenemos referencias por grabados y dibujos de la época, además del testimonio de los historiadores de sus épocas. Fotos no, que aún no existían.
 
Pero todavía una de ellas queda en pie, y ha llegado hasta nuestros días: la Gran Pirámide de Guiza (Egipto), construida para el Faraón Keops; es la única de las 7 Maravillas del Mundo Antiguo que puedes disfrutar en la actualidad.
 

Turistas de Zaragoza frente a la Gran Pirámide. Luego te cuento...

Soy Fernando, también conocido en las Redes como “Fernandotravel” (por si aún no me conoces y me quieres cotillear), y quiero compartir algo contigo.
 
Atiende, porque lo que te voy a contar es algo que sólo conocía (hasta ahora) mi entorno más cercano.
 
Egipto es el primer gran viaje que realicé, en el verano de 1987, recién cumplidos los 19 años (¡qué mayor me estoy haciendo, parezco el abuelo Cebolleta contando batallitas…!) y a punto de entrar en la Escuela de Turismo.
 
Este viaje lo hice con una persona muy querida para mí, que desgraciadamente ya no está entre nosotros.
 

Mi tío Amadeo y yo, en el crucero por el Nilo 😭😭

No fue mi primer viaje, no. Ese te lo cuento en otra ocasión, que fue el que me metió el virus de los viajes en el cuerpo. Pero fue la primera vez que salí de Europa. Y fue una revelación, un choque cultural brutal, en una época sin internet, sin teléfonos móviles y con tan sólo dos cadenas de televisión.
 
1987, recuerda...
 
Fue un viaje tan intenso, que en 1º de Turismo mi profesora de Historia del Arte, Dña. Conchita Solans, me puso un Sobresaliente por la pasión que transmití a mis compañeros en la exposición del Antiguo Egipto. A mí, que era de aprobar “raspao”…
 
A ver, que me disperso. Lo que te quería contar. Que no me quiero enrollar, pero hay una, de entre las muchas anécdotas de aquél viaje, que es interesante que conozcas.
 
Mi acompañante, el hermano pequeño de mi madre, trabajaba en el sector industrial.
 
Y las fábricas, cuando teníamos fábricas en España, cerraban en agosto. Porque sí. Porque era lo que había.
 
El caso es que él quería ir a Egipto, pero sólo podía ser en agosto, que como puedes imaginar es la peor época del año para hacerlo.

Y como él era soltero y yo su sobrino favorito, me propuso que le acompañara, en calidad de porteador e intérprete. A cambio, él corría con todos los gastos.
 
La expresión “Cero coma” la inventé yo al darle la respuesta a su propuesta. Fue, obviamente, inmediata.

Y es que me llevaba yo menos años con él, que él con sus hermanos mayores. O sea, que casi era como un hermano mayor para mí. Tú me entiendes...
 
Bueno, por no hacértelo más largo, el viaje fue tan excitante como mal organizado. Nuestro guía acompañante era un estudiante madrileño que hablaba algo de árabe y que con estos viajes se sacaba un dinerillo pero que, de esforzarse, nada de nada.
 
Por ejemplo, el día que llegamos a Aswan (al día siguiente era el previsto para realizar la excursión a Abú Simbel), como nuestro grupo fue el último en llegar desde El Cairo nos dijeron que ya no quedaban plazas disponibles en el único avión programado.
 
Las caras de frustración en nuestro grupo eran generalizadas. Haber llegado hasta allí, para nada. ¿O no?
 
Pues no, porque Fernandito (yo), que era el más joven del grupo y el único que hablaba inglés, se tiró a la calle a las 11 de la noche a contratar taxis con aire acondicionado para poder hacer esa excursión. No podía permitir que mi tío hiciera ese esfuerzo económico y no cumpliera uno de sus sueños.
 
Por ir acabando esta historia: el resultado no fue el esperado, porque contraté 3 taxis con aire acondicionado y los muy “Hijos del Mal” con los que traté me enviaron una DKW con un ventilador de esos de mano pegado en el techo. Un 14 de agosto y a las 2 de la tarde. 280 km de desierto por trayecto. Imagínate...
 
Pero vimos Abu Simbel, y eso era lo importante.
 
¿Y por qué te he contado todo este “rollo”?
 
Pues porque en la planificación de los viajes en grupo que acompaño invierto mucho tiempo en pensar cómo puedo conseguir una mejor experiencia para el viajero y que no sucedan cosas como lo que nos pasó a nosotros en Abu Simbel, aunque nos lo pasamos en grande.
 
En 2019 tuve la ocasión de volver a viajar a Egipto, esta vez como organizador y guía acompañante de un grupo de clientes, que ahora son amigos. 

... y nos lo pasamos en grande. Vito, nuestro guía local (agachado), el alma de la fiesta

Entonces pensé que, como todos estamos muy acostumbrados a andar todo el día con el móvil, sería buena idea proporcionar tarjetas SIM egipcias a todo el grupo, para que todos pudieran tener comunicación 24 horas con sus casas gracias a internet, y poder utilizar Whatsapp, Instagram o Facebook y compartir el viaje con sus familiares y amigos.
 
Y fue un éxito, que pensé en repetir en un futuro, en otros viajes fuera de Europa donde nuestros móviles no tuvieran datos.
 
Luego viene lo que ya sabes: la pandemia y blablablá que no te voy a contar porque también lo has padecido.
 
Pero ahora parece que la cosa ya remite y, ¡oh, casualidades de la vida! resulta que del 27 de marzo al 3 de abril 2023 hay un avión programado desde Zaragoza.
 
Antes de que lo mires: Jueves Santo cae en 2023 el 6 de abril, 3 días después del regreso programado…
 
Oh,
 
Oh oh,
 
Y me ha liado la manta a la cabeza y he cogido un cupo de plazas para llevar a un grupo, para que disfruten de la última de las 7 Maravillas del Mundo Antiguo que queda en pie. Y del resto del país, por supuesto.
 
Porque no sé si te has enterado, pero es que en noviembre 2022 se inaugura el Gran Museo Egipcio, que va a ser el mayor Museo Arqueológico del mundo.
 
Si ya has estado en Egipto, no lo conoces, porque aún no está abierto.
 
Y si no has estado, pues tienes la ocasión de conocerlo. Casi, casi, de estrenarlo. Conmigo. Si quieres, claro.
 
Que sepas que para mí es una mezcla de excitación y problema.

Excitación, ya te puedes imaginar por qué.
 
Problema, porque supone que tendremos que reestructurar un poco el programa, que ya es denso de por sí. Algo vamos a tener que quitar.
 
Pero por eso no te preocupes, que para eso estamos. Tú sólo preocúpate de conseguirte esos días libres, que del resto ya nos encargamos nosotros.
 
Igual ya has viajado con nosotros; si no, te resumo el plan: todas las actividades, comidas, radioguías, tarjetas sim, acompañamiento de la agencia, seguro con coberturas de asistencia, cancelación y responsabilidad civil… No se me ocurre nada más. O sea, todo.
 
Aún no tenemos el programa definitivo, pero si te apetece el plan (¡es un planazo!), pincha aquí para mandar un whatsapp o aquí para mandar un e-mail para solicitar más información.
 
PD: Por si quieres ver lo que dio de sí el viaje del 2019, tienes el blog del mismo en este enlace.
 
PPD: Es cierto, lo olvidaba. También hacemos en cada viaje en grupo un blog del viaje, y un reportaje fotográfico, que luego te llevas a casa.
 
PPPD: Ahora sí, ya no se me ocurre qué más contarte. Si tienes dudas, en los enlaces ☝🏻☝🏻